
Cómo encontrar el equilibrio: cómo gestionar la armonía entre el trabajo y la vida personal para los profesionales veterinarios
Por Molly Daphne
Un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal puede parecer un sueño inalcanzable, especialmente en nuestra profesión, en la que constantemente lidiamos con cargas de trabajo frenéticas, horarios insociables, fatiga por compasión y la presión de mantenernos al día con nuestro desarrollo profesional continuo. La naturaleza exigente de la práctica veterinaria a menudo deja poco espacio para el tiempo personal y el cuidado personal.
A pesar de ello, es fundamental que los profesionales veterinarios reserven conscientemente un espacio en sus agendas para el cuidado personal y la relajación. Su bienestar mental es tan importante como la salud de los animales que cuida y, como siempre decimos, no se puede servir de una taza vacía.
Por qué es importante el equilibrio entre la vida personal y laboral
Un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es importante para todos, sin importar cuál sea su profesión. Sin embargo, para cualquier persona que ocupe un puesto exigente como el de la atención veterinaria, donde el desgaste emocional es tan significativo como el físico, ese equilibrio es vital.
Cuando se trata de dueños de mascotas angustiados, de gestionar la naturaleza vital o mortal del cuidado de los animales, de gestionar las finanzas y mucho más, es muy fácil sentirse abrumado y agotado. Una vez que se agota la batería, se corre el riesgo de sufrir ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental que afectan no solo a la vida profesional, sino también a los asuntos personales.
Y no solo tiene un impacto mental. Trabajar en el ámbito veterinario implica muchas horas y altos niveles de estrés, lo que puede provocar problemas de salud física, como fatiga, problemas cardiovasculares, sistemas inmunológicos debilitados, mala alimentación y deshidratación.
Es fácil olvidarse de las propias necesidades cuando se cuida a otros, y muchos profesionales veterinarios trabajan en piloto automático, olvidándose de tomarse el tiempo para cuidar de sí mismos, por lo que encontrar tiempo activamente para centrarse en usted y en lo que necesita es primordial.
Un estilo de vida equilibrado mejora tu concentración, tu paciencia, tu capacidad para tomar decisiones y, en definitiva, tu rendimiento laboral. Cuando estás bien descansado y sano, estás mejor preparado para cuidar a los pacientes y a sus dueños.
Consejos para lograr un equilibrio saludable entre vida laboral y personal
Establecer límites Es muy importante establecer límites claros entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Si bien a veces puede resultar difícil, establecer horarios de trabajo específicos y respetarlos es una de las primeras cosas que puedes hacer para mejorar el equilibrio entre tu vida laboral y personal.
Evite llevarse el trabajo a casa. Deje el trabajo cuando salga de la oficina. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es un buen hábito que se puede intentar aprender, aunque lleve tiempo implementarlo.
Al hacer esto, podrás programar mejor el tiempo para el placer, sea cual sea.
Priorizar el autocuidado Es un error muy común pensar que el cuidado personal es un lujo. No lo es. Es una necesidad. Cuidarse a uno mismo es una forma de aliviar el estrés, reduce los niveles de cortisol, mejora el sueño y reduce la presión arterial.
No importa qué actividades clasifiques como cuidado personal: hornear, leer, hacer jardinería, correr, ver algo en Netflix, tomar un baño más largo o tejer, realizar tu forma de cuidado personal es vital para rejuvenecer tu mente y tu cuerpo.
Ponte como objetivo dedicar al menos 30 minutos cada día a algo que disfrutes. Programa ese tiempo como programarías una cita con el médico y haz que no sea negociable.
Aprende a decir no Uno de los errores más comunes en la profesión veterinaria es comprometerse demasiado. Es admirable querer complacer y ayudar a todos, y si bien todos deberíamos esforzarnos por hacer lo mejor que podamos por quienes nos rodean, especialmente nuestros colegas y pacientes, debemos decir "no" de vez en cuando.
Decir "sí" a todas las solicitudes es una forma rápida de agotarse. Puede que no sea agradable decir "no", pero es importante que lo hagamos.
Siempre que te pidan algo, tómate un tiempo para evaluar tu carga de trabajo y priorizar tus tareas actuales. Si una solicitud sobrecarga tu agenda, declina la propuesta con cortesía o pide que te la vuelvan a pedir cuando las cosas estén un poco más tranquilas para ti.
«No» no es una mala palabra, recuérdalo.
Tareas delegadas De manera similar a decir "no", la delegación debe convertirse en algo que comiences a practicar. No tienes que hacerlo todo tú mismo: por eso trabajamos en equipo. Aprovecha a las personas que te rodean, comparte tu carga de trabajo si es posible y delega. Hacer esto aligera tu carga y crea un entorno de trabajo más colaborativo.
Si estás abrumado por tu carga de trabajo, no solo compartas tus tareas, comparte también tus pensamientos y sentimientos. Tus compañeros están ahí para apoyarte.
Tome descansos regulares Tómate un descanso. Reserva un momento en tu jornada laboral para detenerte, respirar y recargar energías. Aunque sean cinco minutos para salir a tomar un poco de aire fresco, hidratarte y estirarte, los descansos breves a lo largo del día mejoran significativamente tu concentración y tus niveles de energía.
Si estás frente a una computadora, cada treinta minutos tómate unos minutos para mirar por la ventana y darle a tus ojos un descanso de la dura luz azul de tu pantalla.
Cuando estás en medio del flujo de trabajo, funcionando en piloto automático, los descansos se olvidan fácilmente, así que configura una alarma en tu teléfono o reloj y tómate ese descanso obligatorio para reiniciarte.
Busque Apoyo Por último, busca ayuda cuando la necesites. Ya sea hablando con un colega, uniéndote a un grupo de apoyo, buscando ayuda profesional o tomando un café con un amigo, compartir tus experiencias y pensamientos puede ser increíblemente terapéutico.
Conectarse regularmente con otras personas puede ser un salvavidas, especialmente cuando uno está luchando con sentimientos abrumadores y agotamiento.
Conclusión
En un mundo perfecto, lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal sería fácil, pero sabemos que para la mayoría de las personas, ese no es el caso. Todos tenemos hábitos poco saludables entre el trabajo y la vida personal, y no es fácil abandonarlos. Por lo tanto, incorpore estos consejos a su vida laboral poco a poco. Es una maratón, no un sprint. Con el tiempo, es de esperar que vea mejoras en su bienestar mental y físico, y un día, el cuidado personal y la priorización de sus necesidades serán algo natural.